viernes, 2 de octubre de 2015

Material trabajado en clase Narrativa Siglo XX



La Teoría de la Relatividad de Albert Einstein en su búsqueda de un sentido claro y de certidumbres acerca del universo convertida en un nuevo factor de duda y ansiedad
"Si Freud modificó el modo en que nosotros mismos nos vemos, [..] Albert Einstein modificó nuestra imagen del universo. Por eso se convirtió en uno de los pilares fundamentales del siglo XX, y quizá también del XXI, pues la historia demuestra que las grandes y nuevas reformulaciones de las leyes científicas, por ejemplo, las de Galileo, Newton o Darwin, continúan imponiendo sus consecuencias sobre la sociedad durante períodos enormes."
Albert Einstein - (1879-1955)
http://www.paralibros.com/libros/images/einstein201.jpg

Parece que Einstein nunca fue un judío practicante en el sentido usual de la palabra. [..] Pero no desechó como una ilusión la creencia en Dios; más bien intentó redefinirla. [..] estaba dispuesto a admitir la existencia de la verdad inverificable. [..] Einstein conservó su carácter de racionalista, pero reconoció la existencia de una esfera mística.
[..] Más allá de "la razón más profunda y la belleza más radiante" había verdades impenetrables "que sólo en sus formas más primitivas son accesibles a nuestras mentes". La conciencia de esto, sostenía, era lo que constituía el auténtico sentimiento religioso, y "en este sentido, y sólo en este sentido, soy un hombre profundamente religioso".

De ahí la búsqueda de cuarenta años realizada por Einstein, y finalmente inconclusa. Como Maimónides, que en su código, su comentario y su Guía estaba tratando de reducir la inmensa herencia judaica a un cuerpo de conocimiento claro y racional, de proporciones modestas -una summa judaica-, Einstein estaba persiguiendo una desnuda y monumental sencillez, una summa científica que confiriese un sentido claro al universo.

En realidad, el logro de Einstein se detuvo en la formulación de la teoría de la relatividad. La verdad del concepto ha sido demostrada muchas veces, y durante los últimos sesenta años o más ha sido una parte fundamental del cuerpo del saber científico. Pero en la mente general introdujo, no una nueva y gran sencillez, sino una nueva y gran complejidad, pues se confundió la relatividad con el relativismo, y sobre todo con el relativismo moral. La confluencia de Einstein y Freud, por lo menos en la percepción popular, asestó un golpe devastador a las certidumbres absolutas de la ética judeocristiana, en las cuales por lo menos Einstein creía profundamente.

[..] La llegada de la teoría de la relatividad marcó el momento en que muchos hombres educados e inteligentes renunciaron al intento de mantenerse a la altura de los descubrimientos científicos

”Extracto de La Magdalena”  
“Hacía ya muchos años que no existía para mí de Combray más que el escenario y el drama del momento de acostarme, cuando un día de invierno, al volver a casa, mi madre, viendo que yo tenía frío, me propuso que tomara, en contra de mi costumbre, una taza de té. Primero dije que no, pero luego, sin saber por qué, volví de mi acuerdo. Mandó mi madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llama magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior. Un placer delicioso me invadió, me aisló, sin noción de lo que lo causaba. Y él me convirtió las vicisitudes de la vida en indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del mismo modo que opera el amor, llenándose de una esencia preciosa; pero, mejor dicho, esa esencia no es que estuviera en mí, es que era yo mismo. Dejé de sentirme mediocre, contingente y mortal. ¿De dónde podría venirme aquella alegría tan fuerte? Me daba cuenta de que iba unida al sabor del té y del bollo, pero le excedía en mucho, y no debía de ser de la misma naturaleza. ¿De dónde venía y qué significaba? (…)
Dejo la taza y me vuelvo hacia mi alma. Ella es la que tiene que dar con la verdad. Pero ¿cómo? Grave incertidumbre ésta, cuando el alma se siente superada por sí misma, cuando ella, la que busca, es juntamente el país oscuro por donde ha de buscar, sin que le sirva para nada su bagaje. ¿Buscar? No sólo buscar, crear. Se encuentra ante una cosa que todavía no existe y a la que ella sola puede dar realidad y entrarla en el campo de su visión.
Y, de pronto, el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Léonie me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tila, los domingos por la mañana en Combray (porque los domingos yo no salía hasta la hora de misa) cuando iba a darle los buenos días a su cuarto.
Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfas del Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té”.

Extracto del Capítulo 18 del “Ulises” de Joyse

“SÍ porque él no había hecho nunca una cosa así antes como pedir que le lleven el desayuno a la cama con un par de huevos desde los tiempos del hotel City Arms cuando se hacía el malo y se metía en la cama con voz de enfermo haciendo su santísima para hacerse el interesante ante la vieja regruñona de Mrs Riordan que él creía que la tenía enchochada y no nos dejó ni un céntimo todo para misas para ella solita y su alma tacaña tan grande no la hubo jamás de hecho le espantaba tener que gastarse cuatro peniques en su alcohol metílico contándome todos sus achaques mucha labia que tenía para la política y los terremotos y la fin del mundo tengamos antes un poco de diversión que Dios nos ampare si todas las mujeres fueran de su calaña le disgustaban los hañadores y los escotes por supuesto nadie quería verla con ellos supongo que era piadosa porque no había hombre que se fijara en ella dos veces espero que nunca me parezca a ella milagro que no nos pidiera que nos cubriéramos la cara pero era una mujer muy educada desde luego y su cháchara sobre Mr
Riordan para aquí y Mr Riordan para allá supongo que se alegraría de deshacerse de ella y su perro olisqueándome las pieles y siempre mañoseando para metérseme debajo de lasenaguas sobre todo aun así me gusta eso de él tan atento con las viejas ya ves y con los camareros y mendigos también no es orgulloso por nada pero no siempre…”
















William Faulkner

Faulkner nace el 23 de setiembre de 1897 en New Albany, estado de Mississippi, perteneciente al Sur de los Estados Unidos. Más de treinta años atrás, la Guerra de Secesión (1861 - 1865), había enfrentado al Sur, partidario de la esclavitud, con el Norte, que era abolicionista. El triunfo de estos últimos significa no sólo la abolición de la esclavitud sino el avance arrollador del industrialismo del Norte. Esto supone el abandono de la economía agraria en la que se sustentaba el Sur (dedicado especialmente al cultivo de algodón), lo que arruina a las familias aristócratas de la región.
El recuerdo de esa decadencia y el sentimiento de frustración se mantiene en época de niñez de Faulkner, y dejarán una huella imborrable en el futuro escritor. Capta el orgullo herido y e grado de desubicación de un sector que ha perdido el prestigio y e poder. Esta frustración y la nostalgia  por un pasado ligado al cultivo de la tierra y a la vida natural, serán temas fundamentales en la literatura de Faulkner. Otro tema básico será la discriminación racial, que la abolición de la esclavitud no había logrado solucionar.
Faulkner fue un adolescente solitario, nervioso, gran lector, que abandona sus estudios a los 18 años, trabajando en múltiples oficios y comenzando a desarrollar su interés por la escritura. Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, intenta alistarse en la aviación norteamericana sin éxito, realizando algunos vuelos en la Fuerza Aérea de Canadá.
Terminada la I Guerra Mundial, el joven Faulkner comienza su producción literaria, primero orientado a la poesía lírica pero desde 1926, definido por la narrativa. Sus primaras novelas ya recogen innovaciones literarias que se perfeccionan a partir del año 1929, con la novela Sartoris, cuando decide ubicar sus obras en el condado de Yoknapatawpha, territorio inventado por él.
En ese mismo año1929, Faulkner se casa con Estelle Oldham, su novia de la infancia, y se instala con ella en una granja del Sur, donde alterna la escritura con la caza, la pesca, las cabalgatas. En 1931 naca su hija Alabama, que muere poco después, y en 1933 nace la segunda hija, Jill. Su producción novelística es incesante, apareciendo varias de sus mejores obras en este período.
En la década del cuarenta el autor comienza a ser conocido en Francia y en América Latina, recibiendo el Premio Nobel en 1950. El viaje que realiza a Suecia para recibirlo, fue una de las pocas veces en que abandonó su región natal. Interesado en el cine, colaboró también en la adaptación cinematográfica de varias de sus novelas. Murió  el 6 de julio de 1962, de n ataque cardíaco. Ejerció una gran influencia sobre la narrativa actual.

“La Generación Perdida”:

De esta manera se designa al grupo de escritores norteamericanos más importantes del siglo XX, surgido hacia 1920, al terminar la Primera Guerra mundial. Es un momento de grandes transformaciones para los Estados Unidos, por el avance del industrialismo, la creciente mentalidad consumista, la exaltación del éxito individual. La literatura va a ocuparse de esta problemática, denunciando el impacto  de la penetración industrial en las pequeñas ciudades, así como las consecuencias de la mentalidad capitalista en las conductas humanas: egoísmo, competencia, ideales superficiales de la nueva clase media.
Será tan importante el cambio a nivel literario norteamericano en ese momento, que se podría decir que hasta la primera posguerra, la narrativa  continuó la línea del siglo anterior, pero a partir de ese momento, con la “generación perdida”, comienza propiamente el siglo XX. Los principales integrantes de este grupo fueron: Ernest Hemingway, John Dos Passos, Francis Scott Fitzgerald, John Steinbeck, Henry Miller, Thomas Wolfe, William Faulkner.
Estos jóvenes escritores, la mayoría de los cuales había participado en la guerra, no reconocen a los Estados Unidos que dejaron al alistarse para ir a luchar, la nación se ha transformado, tomando un rumbo que ellos no comparten, por lo cual la gran mayoría de ellos se instala en París. Quien actuará como guía intelectual del grupo será otra norteamericana que llevaba más tiempo radicada en París, la escritora Gertrude Stein. Será ella quien los vincule con las innovaciones vanguardistas que sacudían Europa en esos momentos: Futurismo, Expresionismo, Cubismo, Surrealismo, entre otras. Será ella también quien le de a esta generación el nombre de “generación perdida”, porque encuentra a estos jóvenes sin rumbo, desilusionados de la democracia corrompida por el capitalismo y atormentados por la experiencia de la guerra.
A pesar de que Faulkner no se radicó en París como la mayoría de los integrantes de la “generación perdida” y se mantuvo totalmente apartados de ellos, sin embargo su amistad con Sherwood Anderson, que mantiene lazos con dicha generación, le sirve de intermediario.  Es así que las características principales de la narrativa de la “generación perdida”, cuyo estilo se ha llamado NEOREALISMO, pueden aplicarse a Faulkner. Estas características serían:
o    No describen la realidad como algo inmóvil, sino que es concebida como algo vivo, cambiante, desordenado,
o    Utilizan un lenguaje sin adornos, lo que lo acerca al lenguaje periodístico
o    Utilización de símbolos de la naturaleza
o    Cuestionamiento a la estructura social
o    Presentan al final, la derrota del personaje, por la fuerza de la naturaleza.
Faulkner aparece como una figura original dentro de esta línea literaria norteamericana, no sólo por su aislamiento, sino por pertenecer al Sur y permanecer en él, mientras el resto de la “generación perdida” se va a radicar lejos de su patria. La mayoría de los integrantes de los integrantes de dicha generación pertenecían al Norte, que fue la zona más afectada por las transformaciones de posguerra, en cambio el Sur permanecía como detenido en el tiempo. En vez de huir de esa decadencia, Faulkner la convierte en tema de su narrativa, porque es una realidad que le duele pero también le atrae poderosamente. El clima agobiante, el racismo, el orgullo herido, el rencor, la locura, serían sus temas principales.

Etapas de la producción literaria de Faulkner:

Se habla de tres etapas en la obra de este escritor: de aprendizaje, de afirmación y de culminación.

1.    Etapa de aprendizaje (1924  - 1929)

Faulkner comienza escribiendo poesía, pero en 1926 se define por la narrativa, principalmente novelas. Gracias a la influencia de Sherwood Anderson, incorpora la técnica innovadora del “monólogo interior”, que había sido iniciada por Joyce en 1922. Dicha técnica consiste en transcribir el libre flujo de pensamientos y emociones de los personajes, dejando de lado la actitud omnisciente del narrador.
Las primeras novelas que aparecen en esta etapa, son “la paga del soldado” que se basa en sus experiencias en la primera Guerra Mundial, y “Mosquitos” en que realiza una crítica a la vida intelectual de Nueva Orleans.

2.            Etapa de afirmación (1929 - 1940)

El año 1929 implica un cambio sustancial en la obra de Faulkner, con la invención de un territorio imaginario al que llama Yoknapatawpha, nombre indio que significa “tierra dividida”. Allí se ambienta su novela “Sartoris” y la mayoría de sus obras futuras. Si bien esa región no existe, tanto su geografía, como su problemática, son típicas de la región en la que vivió siempre Faulkner, el Sur de los EE.UU. la decadencia de un sector aristócrata, con sus horrores y perversiones, se contrapone a la existencia de los negros, íntimamente unidos a la naturaleza.
El propio autor dirá: “descubrí que mi propio suelo natal era digno de que se escribiera acerca de él (…), inventé un mundo de mi propiedad donde puedo mover a los personajes de aquí para allá (…) no sólo en el espacio sino también en el tiempo (…) a mí me gusta pensar que el mundo que inventé es una especie de piedra angular del universo”.
En 1930 aparecen dos novelas de Faulkner. Una es El sonido y la furia, en que el autor presenta monólogos interiores de los personajes, dejando de lado la narración lineal, ordenada cronológicamente, por una visión fragmentada. La otra novela es Mientras agonizo, contada desde distintos puntos de vista. En 1931 aparece el volumen titulado Estos trece, entre los que se destacan “Setiembre seco” y “Una rosa para Emily”, ambos ubicados en el territorio mítico de Yoknapatawpha.
Las últimas novelas de esta etapa son: Luz de agosto , Absalom, Absalom, Los invictos y Las palmares salvajes. En ellas se combinan varias innovaciones narrativas como la reaparición de personajes de otras obras, historias paralelas, la mirada desde distintos “puntos de vista” y los saltos temporales, tanto el “flash back” como la preposteración.

3.            Etapa de culminación (1940 - 1962)

El momento culminante en la producción literaria se produce a partir de la publicación de su novela El villorio seguida por  Desciende, Moisés en ellas el autor logra reunir los temas que más le habían interesado en su carrera literaria, la historia del Sur, las relaciones entre negros y blancos la atracción por la vida natural, la cacería mostrada como un símbolo, la riqueza de la tierra como un don que permanece. Además, es el momento en que el autor utiliza la técnica literaria que más lo caracteriza, llamada “técnica presentativo - ocultativa”, en que intriga al lector ocultando datos y presentándolos en momentos inesperados.
En el momento en que recibe el Premio Nobel, en 1950, su reconocimiento crece. El discurso que pronuncia al recibir ese premio se centra en la tarea del escritor en medio de una sociedad que con frecuencia pierde la fe en el futuro. El escritor dijo, entre otras cosas: “Yo no creo en el fin del hombre (…), cuando la última campanada del juicio se haya apagado (…), en el último crepúsculo rojizo y agonizante, aún entonces habrá un sonido más (…) la inextinguible voz humana. Creo que el hombre es inmortal, no porque sea de todas las criaturas la única que posee una voz inextinguible, sino porque tiene un alma, un espíritu, capaz de compasión y de sacrificio y de sufrimiento. El deber del poeta, del escritor, es escribir sobre estas cosas”.
Cuando muere en 1962, deja una obra profundamente innovadora. Algunas de sus ´ltimas novelas son Intruso en el polvo, Requiem para una mujer, En la ciudad, Una reminiscencia. En ellas se acerca por momentos a la novela policial, al teatro, al humor y casi llega a personificar al legendario territorio de Yoknapatawpha.

Faulkner ha influido en lo mejor de la narrativa actual, como en los escritores latinoamericanos: Onetti, <García Márquez, Rulfo. Ellos también ubicarán sus narraciones en territorios imaginarios, recurso que han recibido como una herencia de Faulkner, a quien consideran como un maestro



GLOSARIO

Ø  Alienar
  1. 1.
Hacer perder o alterar la razón o los sentidos.
  1. 2.
Causar o provocar la pérdida de la personalidad o de la identidad de una persona o de un colectivo.
"las civilizaciones europeas alienaron la cultura de las tribus indígenas"
Ø  Coloquial

Que es propio de la conversación corriente. "lenguaje coloquial; registro coloquial"

Se llama registro coloquial al empleo del lenguaje en un contexto informal, familiar y distendido. Coloquio es sinónimo de conversación. Por extensión, el lenguaje coloquial es el que, independientemente de la profesión o estatus social del hablante, se utiliza en la conversación natural y cotidiana.

Ø  Equisciente
Existe un narrador en tercera persona que puede parecer en un principio omnisciente, pero a poco que nos fijemos podremos ver que, en realidad, se trata de un disfraz. El narrador en este caso está encubriendo a una primera persona, ya que su punto de vista es el de un solo personaje de la historia: se trata del narrador equisciente.
Este narrador equisciente sólo conocerá los pensamientos y motivaciones del personaje al que sigue, mientras que de los otros personajes sólo sabe lo que se puede ver o percibir. Sin embargo, a diferencia de un narrador en primera persona, el narrador equisciente también puede aportarnos cierta información que el personaje desconoce o describirlo desde un punto de vista externo a sí mismo.
La percepción del narrador equisciente es limitada, pero puede tratarse de una percepción limitada simple (un solo personaje al que el narrador sigue durante toda la historia) o percepción limitada global (el personaje al que el narrador sigue puede cambiar según la escena o el capítulo).
Ø  Infrasciente
Deficiente o infrasciente: el narrador sabe menos que los personajes. El héroe actúa ante nosotros sin que en ningún momento se nos permita conocer sus pensamientos ni sus sentimientos. Se entera de los sucesos a medida que estos ocurren.

Ø  Neologismo

Palabra o expresión de nueva creación en una lengua.
"los neologismos pueden surgir por composición o derivación, como préstamo de otras lenguas o por pura invención; el lenguaje científico y técnico utiliza gran cantidad de neologismos"

Ø  omnisciente
Que conoce todas las cosas reales y posibles.
"el narrador omnisciente de una novela conoce todos los detalles de la historia y de los personajes y justifica el porqué de sus acciones y su manera de pensar o sentir; (fig) en la película, la cámara une la perspectiva cercana y desde abajo al plano general, alto y omnisciente
Ø  Preposterar.
. Trastrocar el orden de algunas cosas, poniendo después lo que debía estar antes.
"

sábado, 18 de julio de 2015

Biografía Juan GELMAN

Juan Gelman Nacimiento 3 de mayo de 1930, Buenos Aires Nacionalidad argentina Ocupación poeta, periodista, escritor, traductor Cónyuge Mara La Madrid Hijos Nora Eva y Marcelo Ariel Padres Paulina Burichson y José Gelman Juan Gelman (Buenos Aires, 3 de mayo de 1930) es un poeta y periodista argentino. Ha sido galardonado con numerosos premios, entre ellos el Premio Cervantes (2007), el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), y los premios iberoamericanos de poesía Ramón López Velarde (2003), Pablo Neruda (2005) y Reina Sofía (2005).1 1 Vida 1.1 Primeros años 1.2 El grupo "El pan duro" y la nueva poesía (1955-1967) 1.3 Actividad como periodista 1.4 Militancia en organizaciones guerrilleras libertarias 1.5 Exilio 1.6 El secuestro y desaparición de sus hijos y la búsqueda de su nieta 1.7 Publicaciones después del destierro 1.8 Premios 2 Obra 2.1 Grupo "El pan duro" (1955-1963) 2.2 La nueva poesía hispanoamericana. De Gotán a Cólera buey 2.3 Sidney West (el falso poeta): humor y poesía antes del exilio 2.4 Poesía, exilio y dictadura (1976-1983): "Carta abierta" 2.5 Los 80: democracia y exilio. "Carta a mi madre" 2.6 Los 90: "Incompletamente" 2.7 El siglo XXI: "Mundar" 3 Publicaciones 3.1 Poesía 3.2 Antologías poéticas 3.3 Prosa 4 Referencias Primeros años Nació en Buenos Aires, en el número 300 de la calle Canning -actualmente Scalabrini Ortiz- en Villa Crespo, un barrio de fuerte identidad judía. Fue el tercer hijo (el único nacido en Argentina) de un matrimonio de inmigrantes judíos ucranianos, José Gelman y Paulina Burichson. Aprendió a leer a los 3 años y pasó su infancia andando en bicicleta, jugando al fútbol y leyendo. Desde niño es simpatizante de Atlanta, el club de fútbol del barrio, donde años después le pondrían su nombre a la biblioteca, algo que él considera «el homenaje más grande de su vida».2 Comenzó a escribir poemas de amor cuando tenía ocho años y publicó el primero a los once (1941) en la revista Rojo y Negro. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires. A los quince años ingresó a la Federación Juvenil Comunista. En 1948 comenzó a estudiar Química en la Universidad de Buenos Aires pero abandonó poco después para dedicarse plenamente a la poesía. El grupo "El pan duro" y la nueva poesía (1955-1967) [editar] En 1955 fue uno de los fundadores del grupo de poetas El pan duro, integrado por jóvenes militantes comunistas que proponían una poesía comprometida y popular y actuaban cooperativamente para publicar y difundir sus trabajos. En 1956 el grupo decidió publicar su primer libro, Violín y otras cuestiones.3 En 1959, influenciado por la Revolución Cubana comenzó a adherir a la vía de la lucha armada en Argentina y a disentir con la postura opuesta del Partido Comunista. En 1963, durante la presidencia de Guido, fue encarcelado con otros escritores por pertenecer al Partido Comunista en el marco del plan represivo CONINTES, hecho que provocó movimientos de solidaridad y publicaciones marco del plan represivo CONINTES, hecho que provocó movimientos de solidaridad y publicaciones de sus poemas en protesta por su detención. Luego de ser liberado abandonó el Partido Comunista para comenzar a vincularse a sectores del peronismo revolucionario. Con otros jóvenes que también habían abandonado el Partido Comunista como José Luis Mangieri y Juan Carlos Portantiero formó el grupo Nueva Expresión y la editorial La Rosa Blindada que difundía libros de izquierda rechazados por el comunismo ortodoxo. Actividad como periodista [editar] En 1966 comenzó a trabajar como periodista. Se desempeñó como jefe de redacción de la revista Panorama (1969), secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión (1971-1973), secretario de redacción de la revista Crisis (1973-1974) y jefe de redacción del diario Noticias (1974). Militancia en organizaciones guerrilleras libertarias [editar] En 1967, durante la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina (1966-1973) se integró a la organización guerrillera recién formada Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de orientación peronista-guevarista, que realizaban acciones militares y políticas contra ese gobierno. A fines de 1973 pasó a integrar la organización guerrillera Montoneros, de orientación peronista, a raíz de su fusión con las FAR.[cita requerida] Esa organización apoyó críticamente a los gobiernos peronistas de Cámpora (1973), del cual participaron, y el del propio Perón (1973-1974), pero continuó con las acciones armadas, como por ejemplo el asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci y, finalmente, decidió su retorno a la clandestinidad. En todo ese José Ignacio Rucci y, finalmente, decidió su retorno a la clandestinidad. En todo ese período Gelman desempeñó un papel relevante en la acción cultural y de comunicación de las FAR.[cita requerida] Exilio En 1975 Montoneros lo envió al exterior para hacer relaciones públicas y denunciar internacionalmente la violación de derechos humanos en la Argentina, durante el gobierno de Isabel Perón (1974-1976). En esa misión se encontraba cuando se produjo el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 que inició la dictadura militar autonominada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), e impuso un régimen de terrorismo de estado que causó la desaparición de 30.000 personas. Salvo una breve entrada clandestina a la Argentina en 1976, Gelman permaneció exiliado en el exterior residiendo alternativamente en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México y trabajando como traductor de la Unesco. Las gestiones de Gelman lograron el primer repudio publicado en 1976 en el diario Le Monde a la dictadura argentina realizado por varios jefes de gobierno y de la oposición europeos, entre ellos François Mitterrand y Olof Palme.2 En 1977 adhirió al recientemente creado Movimiento Peronista Montonero, aunque ya con graves disidencias con su conducción y en 1979 lo abandonó por estar en desacuerdo con el verticalismo militarista de la organización y con las negociaciones que su conducción había entablado en Francia con el miembro de la Junta Militar Almirante Emilio Massera, lo cual ocurría a la vez que la misma conducción enviaba militantes de vuelta a la Argentina en el marco de lo que denominaron contraofensiva. Gelman expuso sus argumentos en una carta en el marco de lo que denominaron contraofensiva. Gelman expuso sus argumentos en una carta dirigida a su amigo Rodolfo Puigross y en un artículo publicado en Le Monde en febrero de 1979. A raíz de ello Montoneros acusó a Gelman de traición y lo condenó a muerte. Luego que el 10 de diciembre de 1983 asumiera el gobierno democrático de Raúl Alfonsín continuaron abiertas en Argentina causas judiciales en las que se investigaban supuestos homicidios y otros delitos imputados a Montoneros, en las que tenía ordenada su captura, por lo cual no regresó al país. Esto ocasionó protestas de escritores de todo el mundo, entre ellos Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, Alberto Moravia, Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano, Octavio Paz, etc. A comienzos de 1988 la justicia dejó sin efecto la orden de captura y Gelman volvió al país en junio, luego de trece años de ausencia, pero finalmente decidió radicarse en México. El 8 de octubre de 1989 fue indultado por el presidente Carlos Menem, junto a otros 64 ex integrantes de organizaciones guerrilleras y a los militares acusados de violaciones a los Derechos Humanos. Juan Gelman rechazó la medida y protestó públicamente contra ella a través de una nota publicada en el diario Página/12: Me están canjeando por los secuestradores de mis hijos y de otros miles de muchachos que ahora son mis hijos.4 El secuestro y desaparición de sus hijos y la búsqueda de su nieta Carta abierta a mi nieto (fragmento) Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste... Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y sos varón o mujer. Sé que naciste... Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije. Escrita en 1995 y publicada en Brecha, el 23 de diciembre de 19985 El 26 de agosto de 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva (19) y Marcelo Ariel (20), junto a su nuera María Claudia Iruretagoyena (19), quien se encontraba embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. En 1978 Gelman supo a través de la Iglesia Católica que su nuera había dado a luz, sin poder precisar dónde ni el sexo. El 7 de enero de 1990 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de su hijo Marcelo, encontrados en un río de San Fernando (Gran Buenos Aires), dentro de un tambor de grasa lleno de cemento. Se determinó también que había sido asesinado de un tiro en la nuca. En 1998 Gelman descubrió que su hija había sido trasladada a Uruguay a través del Plan Cóndor, que vinculaba a las dictaduras sudamericanas y Estados Unidos, y que había sido mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo. A raíz de ello exigió la colaboración de los estados en el Hospital Militar de Montevideo. A raíz de ello exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Gelman topó con la oposición a investigar del presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, con quien entabló un debate público, en el que volvió a ser apoyado por destacados intelectuales y artistas como Günter Grass, Joan Manuel Serrat, Darío Fo, José Saramago, Fito Páez. En 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta de Gelman, de nombre Andrea (Andreíta la menciona el poeta en varios poemas) fue encontrada6 y Gelman pudo reunirse con ella.7 Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres, para llamarse María Macarena Gelman García. En 1999 Gelman le exigió públicamente al Jefe del Ejército Argentino, general Martín Balza, la investigación del secuestro y asesinato de su hijo, aportándole el nombre y documentación sobre el supuesto responsable inmediato del crimen, el general Eduardo Rodolfo Cabanillas. Gelman lucha aún por encontrar los restos de su nuera María Claudia Iruretagoyena. Se había fijado 2008 para llevar a juicio oral y público a los militares y civiles acusados de dar muerte a Marcelo Ariel y otras cuatro personas, además de ser responsables de secuestros y torturas de otros 60 ciudadanos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti.8 Publicaciones después del destierro Después de siete años sin publicar, en 1980 dio a conocer el libro Hechos y relaciones, al que le siguieron Citas y comentarios (1982), Hacia el Sur (1982) y Bajo la lluvia ajena (notas al pie de una Citas y comentarios (1982), Hacia el Sur (1982) y Bajo la lluvia ajena (notas al pie de una derrota) (1983). Le siguieron La junta luz (1985), Interrupciones II (1986), Com/posiciones (1986), Eso (1986), Interrupciones-I e Interrupciones-II (1988), Anunciaciones (1988) y Carta a mi madre (1989). En la década del 90 publicó Salarios del impío (1993), La abierta oscuridad (1993), Dibaxu (1994), Incompletamente (1997), Ni el flaco perdón de Dios/Hijos de desaparecidos, coautor con su esposa Mara La Madrid (1997), Prosa de prensa (1997) y Prosa de prensa (1999). En la primera década del siglo XXI publicó Valer la pena (2001), País que fue será (2004), Mundar (2007) y De atrásalante en su porfía (2009). Su libro más reciente es El emperrado corazón amora (2011). Desde ese año el editor Seix Barral ha empezado a publicar toda su obra bajo el título de Poesía reunida. Juan Gelman, muere el 14 enero 2014, vive sus ultimos dias en México como columnista de un periódico argentino. Premios Ha recibido muchos premios empezando por el premio italiano Mondello (1980), el Boris Vian (1987), el Nacional de Poesía argentino (1997), el Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), el Iberoamericano de Poesía "Pablo Neruda" (2005) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005). El 29 de noviembre de 2007 ganó el Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en español, y varios otros hasta el reciente Premio Leteo (2012). El 25 de abril de 2008 depositó un mensaje en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes que no se abrirá hasta el 2050

Juan GELMAN "Nota XIV"

Preguntas: 1. Busca información biográfica sobre Juan Gelman. 2. ¿Por qué consideramos a Juan como un “poeta del compromiso”? 3. ¿Qué cosas te llamaron la atención de esa poesía? 4. ¿Qué tipo de lenguaje utiliza Gelman? 5. ¿A qué tipo de público está destinada su poesía? 6. ¿Qué ideas te sugiere esta poesía? ¿Qué “dice” sobre ella? Respuestas: 1. Juan Gelman nació el 3 de mayo de 1930 en Buenos Aires, Argentina. Fue un prestigioso poeta argentino, escritor desde su niñez, se desempeñó como periodista, traductor, y militante en organizaciones guerrilleras. Exiliado durante la dictadura militar iniciada en 1976, retornó a la Argentina en 1988 aunque se radicó en México. Buena parte de su vida y obra literaria se vieron signadas por el secuestro y desaparición de sus hijos y la búsqueda de su nieta nacida en cautiverio. Fue el cuarto argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes. Se lo considera uno de los grandes poetas contemporáneos de habla hispana, y un expresionista del dolor. Murió el 14 de enero de 2014 en México D.F, México. 2. Consideramos a Juan Gelman como un “poeta del compromiso” por sus duras experiencias personales y su compromiso social y político. 3. Lo que me llamo la atención de esta poesía fue la escritura, tiene barras y no utiliza mayúscula. 4. El tipo de lenguaje que utiliza Gelman es un lenguaje sencillo, es un lenguaje que se utiliza cotidianamente. 5. La poesía está destinada al pueblo, a una persona común. 6. Las ideas que me sugiere esta poesía son que las personas no leen, que todo el mundo está con el asunto de la crisis mundial y de comer cada día, entre otras. Lo que dice Gelman sobre la poesía es que está desvalorizada, que los poetas la pasan bastante mal, pocos leen a los poetas, para un poeta es cada día más difícil conseguir el amor de una muchacha, que un guerrero haga hazañas para que él las cante, que un rey le pague cada verso con tres monedas de oro. Preguntas: 1. ¿Cómo describe Gelman a la poesía? 2. Reflexiona acerca de la función de la Literatura/poesía y su relación con la sociedad/política/realidad. Respuestas: 1. Gelman describe a la poesía como forma de resistencia, dice que la poesía son botellas tiradas al mar que, por ahí, alguien recoge. 2. La poesía nos ayuda a comprender cómo funciona la organización social en su relación con la realidad. La poesía es ajena a lo político, es una lucha contra la ideología.

domingo, 12 de julio de 2015

Walking Around Pablo Neruda

Walking Around de Pablo Neruda Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrerías y en los cines marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro navegando en un agua de origen y ceniza. El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos. Sólo quiero un descanso de piedras o de lana, sólo quiero no ver establecimientos ni jardines, ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores. Sucede que me canso de mis pies y mis uñas y mi pelo y mi sombra. Sucede que me canso de ser hombre. Sin embargo sería delicioso asustar a un notario con un lirio cortado o dar la muerte a una monja con un golpe de oreja. Sería bello Ir por las calles con un cuchillo verde y dando gritos hasta morir de frío. No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas, vacilante, extendido, tiritando de sueño, hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra, absorbiendo y pensando, comiendo cada día. No quiero para mí tantas desgracias. No quiero continuar de raíz y de tumba, de subterráneo solo, de bodega de muertos, aterido, muriéndome de pena. Por eso el día lunes arde como el petróleo cuando me ve llegar con mi cara de cárcel, y aúlla en su transcurso como una rueda herida, y da pasos de sangre caliente hacia la noche. Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas, a hospitales donde los huesos salen por la ventana, a ciertas zapaterías con olor a vinagre, a calles espantosas como grietas. Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos colgando de las puertas de las casas que odio, hay dentaduras olvidadas en una cafetera, hay espejos que debieran haber llorado de verguenza y espanto, hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos. Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, con furia, con olvido, paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, y patios donde hay ropas colgadas de un alambre: calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias.

lunes, 6 de julio de 2015

Narrativa Siglo XX

Narrativa universal del siglo XX Generalidades del género narrativo: Podemos hablar de tres grandes géneros literarios: el género LÍRICO (que expresa la subjetividad del hablante), el género DRAMÁTICO (integrado por aquellas obras destinadas a la representación teatral) y el género NARRATIVO. La narrativa actual se integra por obras literarias escritas en prosa, que exponen determinados hechos o sucesos. Esos hechos que se cuentan constituyen la acción narrativa, la cual es realizada por los personajes, dentro de un espacio determinado (es decir, dentro de un ámbito geográfico, social, histórico, temporal). Estos elementos (acción, personajes, espacio) se consideran los soportes fundamentales de una narración. Dentro del género narrativo actual encontramos dos subgéneros, el CUENTO y la NOVELA, los que se diferencian en primer lugar por su extensión, ya que la novela es extensa mientras que el cuento tiende a ser breve. Además, la novela presenta distintas líneas de acción, múltiples escenarios y personajes, mientras en el cuento, estos elementos se reducen al mínimo, lo que produce un especial efecto de concentración artística. La literatura va modificando sus técnicas de acuerdo con las grandes inquietudes y necesidades de la humanidad en distintos momentos de la historia. Por eso el siglo XX, profundamente conmovido por las dos guerras mundiales y las perturbaciones sociales del momento, no podía mantener las mismas técnicas narrativas del siglo anterior. Los movimientos vanguardistas también dejaron su huella en la narrativa. Antecedentes de la Nueva Novela: En el apogeo de la novela tradicional surgieron ciertos escritores y sus obras que serían decisivos en el surgimiento de la Nueva Novela. Goethe: Wilhelm Meister, novela que analiza la formación y educación del individuo. Esto alcanzó a T. Mann en La montaña mágica y Retrato de un artista adolescente de J. Joyce en nuestro siglo. Herman Melville: con Moby Dick ofreció la estructura abierta y el trasfondo simbólico. L. Tolstoi: La muerte de Ivan Illich: aportó la preocupación por desentrañar los niveles profundos de la conciencia y plantearse los enigmas de la existencia humana. Génesis y origen de la Nueva Novela: Aportes de los precursores Marcel Proust: Creciente flexibilidad en el manejo del tiempo narrativo Avance del enfoque psicológico y renovación en la forma de expresarlo, Introducción del autor como protagonista Amalgama de la novela con otras artes. La homosexualidad deja de ser un tabú, Serie de novelas que sin embargo son una sola novela En busca del tiempo perdido, además el tiempo como categoría exterminadora del hombre. Obsesión por temas de la niñez comunicadas a través del recuerdo. Franz Kafka: Incluir el universo del Absurdo en el mundo real La burocracia como aniquilamiento y alienación Progresivo tratamiento del tema de la ciudad deshumanizada. James Joyce: Perfeccionamiento de la técnica del “monólogo interior” Crudezas de la vida sexual y afectiva en una sociedad alienante, Anarquía sintáctica. Renovaciones y características de la Nueva Narrativa del siglo XX El narrador: Ya no encontramos al narrador omnisciente, la mayoría de las veces es el propio personaje quien narra, lo cual acarrea que todo esté organizado desde el punto de vista del “yo”. Puede darse también la existencia de múltiples narradores que dan diversas ópticas del acontecer narrativo. Ésta es la denominada técnica del COLLAGE que tiene como consecuencia la existencia de varias versiones de la historia, cada uno de los narradores presenta los hechos desde su punto de vista. Los personajes: Los personajes pierden importancia individual, para representar conductas arquetípicas de la sociedad actual, se convierten en anti – héroes, es decir, en seres anónimos, desgraciados, víctimas de una sociedad absurda. El lenguaje: Es el gran alterado del siglo XX. Se desarticula el lenguaje retórico, llegándose a incluir en el discurso literario, expresiones del habla coloquial, del lenguaje infantil, expresiones obscenas y dándose violaciones sintácticas de todo tipo. El espacio: En el siglo XX el ámbito narrativo no pretende ser un marco histórico, a veces se da la creación de espacios míticos, de ciudades que no existen en la realidad, pero que son reflejo fiel de un país o región. A veces, el ámbito social ocupa un primer lugar, la obra narrativa pretende cuestionar la estructura y los valores sociales. La narrativa contemporánea presenta descripciones fragmentarias, donde se recogen ambientes que son significativos para la acción, o se trata de descripciones que tratan de sugerir estados de ánimo. El tiempo: El tiempo narrativo se modifica absolutamente, ya no estamos ante un encadenamiento de sucesos, como era común en los siglos anteriores. Lo común es ahora la preposteración o flash Back, que marca la influencia del cine en la literatura, técnica que hizo desaparecer al relato lineal. Además, se le da especial importancia al tiempo psicológico o subjetivo, es decir, al modo en que los hechos son vividos interiormente por los personajes. Por eso, episodios que según el tiempo objetivo duran muy poco, son extensamente relatados por la especial importancia que tuvieron para el personaje. Renovaciones desde el punto de vista temático: Énfasis en los aspectos absurdos e irracionales de la realidad. La incomunicación y la soledad como temas. Novelas de tipo metafísico por oposición a la novela telúrica. Explosión del tema erótico. La lectura de la nueva narrativa exige intensos esfuerzos de lectura por parte del lector, que debe descifrar en e discurso literario, los mensajes que están ocultos. Se necesita un lector comprometido o cómplice, a diferencia del lector pasivo del siglo XIX. Permeabilidad entre la realidad y la ficción.

Análisis de Una Rosa Para Emily

Una rosa para Emily, de William Faulkner. Comentario de Gustavo Dessal Cuando leo este cuento, y repaso su estructura mágica y perfecta, comprendo un poco más por qué, a juicio de Borges, un cuento logrado constituye una forma literaria suprema que concentra en unas pocas páginas una potencia expresiva inigualable a la de ningún otro género. En este caso, y como sucede casi siempre en la obra de Faulkner, se nos recrea un mundo perdido, una suerte de nostalgia histórica en la que sus personajes se separan poco a poco de sus ataduras locales, de la particularidad de sus circunstancias, y del relativismo de una época, para ascender al cielo de una universalidad que los vuelve indestructibles, inmunes a los cambios, las modas, o los paradigmas de las ideologías. La mirada de Faulkner sobre el sur americano, ese profundo Sur indómito cuyas entrañas permanecen inalterables a pesar del tiempo, es una mirada que carece de toda compasión. Del mismo modo que Coetzee ha sabido retratar su Africa más allá de la socorrida dialéctica entre verdugos y víctimas, Faulkner nos entrega la cruda radiografía de una sociedad en la que la crueldad, el racismo, los prejuicios, las divisiones de clases, pero también el coraje y la lealtad, se nos presentan bajo la forma de un drama humano continuo y salvaje al que el autor se abstiene de valorar o condenar moralmente. Una rosa para Emily pertenece a ese universo faulkneriano donde los amos y los esclavos, los blancos, los negros y los indios, intercambian sus vidas, sus grandezas y sus miserias. La obra de Faulkner no conoce aún el lenguaje políticamente correcto, y se limita a narrar ese mundo en la efervescencia de su creación, tal como sucedió, un mundo donde el negro no es el black, sino el nigger (término especialmente odioso), en dramática convivencia con blancos e indios que se muestran en su inextricable complejidad, resistiéndose a toda clasificación maniquea. La muerte de la señorita Emily no es cualquier muerte. Es la caída de un monumento, es decir, la caída de un símbolo que supo mantenerse erguido, impasible, sobreviviendo a los cambios y a las pérdidas que señalaron una época, la del orgulloso Sur agrario derrotado por el progresismo del Norte. El Sur, anclado en el tiempo, enraizado en el sueño telúrico de la eternidad, de la tradición incorruptible, versus el Norte liberal, industrial e ilustrado, que al proclamar la abolición de la esclavitud introdujo una novedad radical en la filosofía de la nación que se estaba inventando: la sustitución de los privilegios de la sangre y la alcurnia por los privilegios del dinero. En su obstinado modo de perpetuar su excepcionalidad, Emily representa a ese Sur altivo que, derrotado en lo militar y en lo político, se niega a renunciar a su orgullo patricio, al espejismo de aquel pasado cubierto por la misma pátina dorada que rodea el retrato del padre. Ella, la única, es no obstante un asunto de todos. Hasta aquí, el simbolismo histórico, el amor que Faulkner le debe a su tierra y a sus orígenes. Si el coronel Sartoris la hubiese exonerado de los impuestos por caridad, benevolencia o conmiseración, se nos dice que Miss Emily no lo habría aceptado. Solo pudo admitir un edicto que se fundamentó en un argumento que no apelaba a carencia alguna, sino a una suerte de derecho que reafirmaría de por vida su indiscutible excepcionalidad, esa misma que la situaba fuera de todo tiempo y de toda ley. No es un detalle menor el que ese derecho no esté escrito en ninguna parte, porque es precisamente su carácter puramente oral lo que determina que la comunidad de Jefferson lo asuma como un deber al que no puede sustraerse. Y es en esa insumisión absoluta a cualquier ley humana y divina donde reside la grandeza y la locura de Emily, ambas inseparables, y cuyo reverso fue sin duda el sometimiento no menos total a la voluntad de un padre que, se nos sugiere, la mantuvo atada a la cadena del amor filial. Una voluntad paterna soberana que podemos suponer ella ha heredado, y que la legitima en su empecinada negativa a aceptar incluso la suprema autoridad de la muerte, en primer lugar la de su propio padre, y de allí para abajo la de todos los sucesivos representantes de la ley de la ciudad, ya se trate de concejales,alcaldes, aguaciles, jueces, doctores, curas, o el pobre dueño de la droguería que intenta balbucear la normativa legal sobre la venta de venenos. Ni siquiera el tiempo, depositado como fino polvo que cubre los objetos y los muebles de la casa, consigue alcanzarla y menguar el poder que exhibe apoyada en su bastón, luciendo esa larga y fina cadena de la que pende un reloj cuyas horas cree dominar. “Vean al coronel Sartoris. No pago impuestos en Jefferson”, responde a la intimidación de los funcionarios. El coronel Sartoris, que lleva muerto casi diez años para todos, menos para ella. Otro argumento que la mantiene aferrada a la excepcionalidad ante la cual la ley se detiene, como si ella encarnase verdaderamente un más allá infranqueable e inhumano, donde nadie se atreve, pero que a todos consigue magnetizar, atraídos por esa fuerza oscura e impenetrable que perdura victoriosa, inmunizada contra cualquier pérdida. Negar la muerte de su padre no solo fue un signo inicial de su locura. Fue, fundamentalmente, el gesto soberbio de quien se halla convencido de poseer los máximos poderes como para sostenerse incluso ante el testimonio del mundo entero. No obstante, en aquella ocasión sí que las fuerzas le fallaron, y los funcionarios pudieron arrebatarle el cadáver que no estaba dispuesta a entregar, como aquellos capitanes que habiendo sido vencidos se niegan a aceptar la derrota e intentan por todos los medios engañar a sus propios soldados. El caso es que la muerte del padre inauguró algo diferente y, habiendo desaparecido el hombre que durante la primera mitad de su vida la privó de una existencia de mujer, he aquí que se abrió para ella la oportunidad del amor, si es que podemos llamar así a lo que se inició con Homer Barron, un tipo al que le gustaba la compañía de los hombres (el narrador nos deja cierta ambigüedad al respecto), y para quien el matrimonio no entraba en sus planes. No sabemos muy bien cómo ella consiguió convencerlo para que entrase finalmente en aquella casa de la que jamás volvió a salir. Y aunque podríamos argumentar muchas cosas sobre la pasión necrófila a la que Emily se entregó durante el resto de su vida, y especialmente sobre lo que ello debe a ese amor al cadáver paterno, me limito a subrayar el hecho de su figura inmóvil en la ventana, esa imagen estática que pasó, de generación en generación, como un punto fijo e inmutable en el curso de la historia de aquel pueblo: querida, ineludible, impasible, tranquila, perversa, masculina incluso, tras haber consumado sus esponsales con la muerte, y asegurado así la posesión definitiva de un bien de la que nadie podría ya privarla. No sería justo acabar este breve comentario sin añadir algunas palabras sobre el título, que a mi juicio desempeña una función clave en la creación retroactiva del sentido en el que he elegido leer este cuento, porque siempre considero que el lector tiene que tomar sus decisiones. ¿De quién será la mano que en un último gesto de despedida acuda a honrar la extraña gloria de Emily? Aunque no lo sabremos nunca, lo cierto es que el narrador que asume la voz colectiva de Jefferson no ha querido contarnos una historia de horror, aunque el final pueda dar esa impresión. Si leemos las últimas líneas con atención, veremos que Faulkner evita de manera clara e intencionada todo comentario sobre el efecto sensible que el inesperado descubrimiento puede haber producido en aquellos hombres que después de tantos años se atrevieron por fin a traspasar esa frontera que Miss Emily había impuesto con el único poder de su presencia fantasmal. Ni asomo de espanto, ni un grito ahogado, ni un escalofrío recorriendo la espina dorsal. Tan solo un piadoso estupor y el silencio casi reverente ante ese lecho en el que Emily ha recostado cada noche su sagrada fidelidad al hombre muerto, tal vez el partenaire más perfecto que una mujer pueda desear. Y aunque pueda resultar paradójico, allí donde el crimen debiera mostrarnos a nuestra protagonista en su más monstruosa manifestación, por el contrario acaba convirtiéndose en la prueba de su humana debilidad, merecedora de al menos una rosa.