martes, 27 de octubre de 2015
viernes, 2 de octubre de 2015
Material trabajado en clase Narrativa Siglo XX
La Teoría de la Relatividad de
Albert Einstein en su búsqueda de un sentido claro y de certidumbres acerca del
universo convertida en un nuevo factor de duda y ansiedad
"Si
Freud modificó el modo en que nosotros mismos nos vemos, [..] Albert
Einstein modificó nuestra imagen del universo. Por eso se convirtió en
uno de los pilares fundamentales del siglo XX, y quizá también del XXI, pues
la historia demuestra que las grandes y nuevas reformulaciones de las leyes
científicas, por ejemplo, las de Galileo, Newton o Darwin, continúan
imponiendo sus consecuencias sobre la sociedad durante períodos
enormes."
Albert Einstein - (1879-1955) |
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Parece que Einstein nunca fue un judío practicante en el sentido usual de la palabra. [..] Pero no desechó como una ilusión la creencia en Dios; más bien intentó redefinirla. [..] estaba dispuesto a admitir la existencia de la verdad inverificable. [..] Einstein conservó su carácter de racionalista, pero reconoció la existencia de una esfera mística.
[..] Más allá de "la razón más profunda y la belleza más radiante" había verdades impenetrables "que sólo en sus formas más primitivas son accesibles a nuestras mentes". La conciencia de esto, sostenía, era lo que constituía el auténtico sentimiento religioso, y "en este sentido, y sólo en este sentido, soy un hombre profundamente religioso".
De ahí la búsqueda de cuarenta años realizada por Einstein, y finalmente inconclusa. Como Maimónides, que en su código, su comentario y su Guía estaba tratando de reducir la inmensa herencia judaica a un cuerpo de conocimiento claro y racional, de proporciones modestas -una summa judaica-, Einstein estaba persiguiendo una desnuda y monumental sencillez, una summa científica que confiriese un sentido claro al universo.
En realidad, el logro de Einstein se detuvo en la formulación de la teoría de la relatividad. La verdad del concepto ha sido demostrada muchas veces, y durante los últimos sesenta años o más ha sido una parte fundamental del cuerpo del saber científico. Pero en la mente general introdujo, no una nueva y gran sencillez, sino una nueva y gran complejidad, pues se confundió la relatividad con el relativismo, y sobre todo con el relativismo moral. La confluencia de Einstein y Freud, por lo menos en la percepción popular, asestó un golpe devastador a las certidumbres absolutas de la ética judeocristiana, en las cuales por lo menos Einstein creía profundamente.
[..] La llegada de la teoría de la relatividad marcó el momento en que muchos hombres educados e inteligentes renunciaron al intento de mantenerse a la altura de los descubrimientos científicos
”Extracto de La Magdalena”
“Hacía ya muchos años que no existía para mí de
Combray más que el escenario y el drama del momento de acostarme, cuando un día
de invierno, al volver a casa, mi madre, viendo que yo tenía frío, me propuso
que tomara, en contra de mi costumbre, una taza de té. Primero dije que no,
pero luego, sin saber por qué, volví de mi acuerdo. Mandó mi madre por uno de
esos bollos, cortos y abultados, que llama magdalenas, que parece que tienen
por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el
triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por
venir, me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un
trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas
del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario
que ocurría en mi interior. Un placer delicioso me invadió, me aisló, sin
noción de lo que lo causaba. Y él me convirtió las vicisitudes de la vida en
indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del
mismo modo que opera el amor, llenándose de una esencia preciosa; pero, mejor
dicho, esa esencia no es que estuviera en mí, es que era yo mismo. Dejé de
sentirme mediocre, contingente y mortal. ¿De dónde podría venirme aquella
alegría tan fuerte? Me daba cuenta de que iba unida al sabor del té y del
bollo, pero le excedía en mucho, y no debía de ser de la misma naturaleza. ¿De
dónde venía y qué significaba? (…)
Dejo la taza y me vuelvo hacia mi alma. Ella es la que
tiene que dar con la verdad. Pero ¿cómo? Grave incertidumbre ésta, cuando el
alma se siente superada por sí misma, cuando ella, la que busca, es juntamente
el país oscuro por donde ha de buscar, sin que le sirva para nada su bagaje.
¿Buscar? No sólo buscar, crear. Se encuentra ante una cosa que todavía no
existe y a la que ella sola puede dar realidad y entrarla en el campo de su
visión.
Y, de pronto, el recuerdo surge. Ese sabor es el que
tenía el pedazo de magdalena que mi tía Léonie me ofrecía, después de mojado en
su infusión de té o de tila, los domingos por la mañana en Combray (porque los
domingos yo no salía hasta la hora de misa) cuando iba a darle los buenos días
a su cuarto.
Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten
en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en
cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a
distinguirse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y
cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del
señor Swann y las ninfas del Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus
viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero y sus alrededores, todo eso,
pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té”.
Extracto del Capítulo
18 del “Ulises” de Joyse
“SÍ porque él no
había hecho nunca una cosa así antes como pedir que le lleven el desayuno a la
cama con un par de huevos desde los tiempos del hotel City Arms cuando se hacía
el malo y se metía en la cama con voz de enfermo haciendo su santísima para
hacerse el interesante ante la vieja regruñona de Mrs Riordan que él creía que
la tenía enchochada y no nos dejó ni un céntimo todo para misas para ella
solita y su alma tacaña tan grande no la hubo jamás de hecho le espantaba tener
que gastarse cuatro peniques en su alcohol metílico contándome todos sus
achaques mucha labia que tenía para la política y los terremotos y la fin del
mundo tengamos antes un poco de diversión que Dios nos ampare si todas las mujeres
fueran de su calaña le disgustaban los hañadores y los escotes por supuesto
nadie quería verla con ellos supongo que era piadosa porque no había hombre que
se fijara en ella dos veces espero que nunca me parezca a ella milagro que no
nos pidiera que nos cubriéramos la cara pero era una mujer muy educada desde
luego y su cháchara sobre Mr
Riordan para aquí y
Mr Riordan para allá supongo que se alegraría de deshacerse de ella y su perro
olisqueándome las pieles y siempre mañoseando para metérseme debajo de
lasenaguas sobre todo aun así me gusta eso de él tan atento con las viejas ya
ves y con los camareros y mendigos también no es orgulloso por nada pero no siempre…”
William Faulkner
Faulkner nace el 23 de setiembre de
1897 en New Albany, estado de Mississippi, perteneciente al Sur de los Estados
Unidos. Más de treinta años atrás, la Guerra de Secesión (1861 - 1865), había enfrentado
al Sur, partidario de la esclavitud, con el Norte, que era abolicionista. El
triunfo de estos últimos significa no sólo la abolición de la esclavitud sino
el avance arrollador del industrialismo del Norte. Esto supone el abandono de
la economía agraria en la que se sustentaba el Sur (dedicado especialmente al
cultivo de algodón), lo que arruina a las familias aristócratas de la región.
El recuerdo de esa decadencia y el
sentimiento de frustración se mantiene en época de niñez de Faulkner, y dejarán
una huella imborrable en el futuro escritor. Capta el orgullo herido y e grado
de desubicación de un sector que ha perdido el prestigio y e poder. Esta
frustración y la nostalgia por un pasado ligado al cultivo de la tierra y
a la vida natural, serán temas fundamentales en la literatura de Faulkner. Otro
tema básico será la discriminación racial, que la abolición de la esclavitud no
había logrado solucionar.
Faulkner fue un adolescente
solitario, nervioso, gran lector, que abandona sus estudios a los 18 años,
trabajando en múltiples oficios y comenzando a desarrollar su interés por la
escritura. Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, intenta alistarse
en la aviación norteamericana sin éxito, realizando algunos vuelos en la Fuerza
Aérea de Canadá.
Terminada la I Guerra Mundial, el
joven Faulkner comienza su producción literaria, primero orientado a la poesía
lírica pero desde 1926, definido por la narrativa. Sus primaras novelas ya
recogen innovaciones literarias que se perfeccionan a partir del año 1929, con
la novela Sartoris, cuando decide ubicar sus obras en el condado
de Yoknapatawpha, territorio inventado por él.
En ese mismo año1929, Faulkner se
casa con Estelle Oldham, su novia de la infancia, y se instala con ella en una
granja del Sur, donde alterna la escritura con la caza, la pesca, las
cabalgatas. En 1931 naca su hija Alabama, que muere poco después, y en 1933
nace la segunda hija, Jill. Su producción novelística es incesante, apareciendo
varias de sus mejores obras en este período.
En la década del cuarenta el autor
comienza a ser conocido en Francia y en América Latina, recibiendo el Premio
Nobel en 1950. El viaje que realiza a Suecia para recibirlo, fue una de las
pocas veces en que abandonó su región natal. Interesado en el cine, colaboró
también en la adaptación cinematográfica de varias de sus novelas. Murió
el 6 de julio de 1962, de n ataque cardíaco. Ejerció una gran influencia
sobre la narrativa actual.
“La Generación Perdida”:
De esta manera se designa al grupo
de escritores norteamericanos más importantes del siglo XX, surgido hacia 1920,
al terminar la Primera Guerra mundial. Es un momento de grandes
transformaciones para los Estados Unidos, por el avance del industrialismo, la
creciente mentalidad consumista, la exaltación del éxito individual. La
literatura va a ocuparse de esta problemática, denunciando el impacto de
la penetración industrial en las pequeñas ciudades, así como las consecuencias
de la mentalidad capitalista en las conductas humanas: egoísmo, competencia,
ideales superficiales de la nueva clase media.
Será tan importante el cambio a
nivel literario norteamericano en ese momento, que se podría decir que hasta la
primera posguerra, la narrativa continuó la línea del siglo anterior,
pero a partir de ese momento, con la “generación perdida”, comienza propiamente
el siglo XX. Los principales integrantes de este grupo fueron: Ernest
Hemingway, John Dos Passos, Francis Scott Fitzgerald, John Steinbeck, Henry
Miller, Thomas Wolfe, William Faulkner.
Estos jóvenes escritores, la mayoría
de los cuales había participado en la guerra, no reconocen a los Estados Unidos
que dejaron al alistarse para ir a luchar, la nación se ha transformado,
tomando un rumbo que ellos no comparten, por lo cual la gran mayoría de ellos se
instala en París. Quien actuará como guía intelectual del grupo será otra
norteamericana que llevaba más tiempo radicada en París, la escritora Gertrude
Stein. Será ella quien los vincule con las innovaciones vanguardistas que
sacudían Europa en esos momentos: Futurismo, Expresionismo, Cubismo,
Surrealismo, entre otras. Será ella también quien le de a esta generación el
nombre de “generación perdida”, porque encuentra a estos jóvenes sin rumbo,
desilusionados de la democracia corrompida por el capitalismo y atormentados
por la experiencia de la guerra.
A pesar de que Faulkner no se radicó
en París como la mayoría de los integrantes de la “generación perdida” y se
mantuvo totalmente apartados de ellos, sin embargo su amistad con Sherwood
Anderson, que mantiene lazos con dicha generación, le sirve de intermediario.
Es así que las características principales de la narrativa de la
“generación perdida”, cuyo estilo se ha llamado NEOREALISMO, pueden aplicarse a
Faulkner. Estas características serían:
o
No describen
la realidad como algo inmóvil, sino que es concebida como algo vivo, cambiante,
desordenado,
o
Utilizan un
lenguaje sin adornos, lo que lo acerca al lenguaje periodístico
o
Utilización
de símbolos de la naturaleza
o
Cuestionamiento
a la estructura social
o
Presentan al
final, la derrota del personaje, por la fuerza de la naturaleza.
Faulkner aparece como una figura
original dentro de esta línea literaria norteamericana, no sólo por su
aislamiento, sino por pertenecer al Sur y permanecer en él, mientras el resto
de la “generación perdida” se va a radicar lejos de su patria. La mayoría de
los integrantes de los integrantes de dicha generación pertenecían al Norte,
que fue la zona más afectada por las transformaciones de posguerra, en cambio
el Sur permanecía como detenido en el tiempo. En vez de huir de esa decadencia,
Faulkner la convierte en tema de su narrativa, porque es una realidad que le
duele pero también le atrae poderosamente. El clima agobiante, el racismo,
el orgullo herido, el rencor, la locura, serían sus temas principales.
Etapas de la producción literaria de
Faulkner:
Se habla de tres etapas en la obra
de este escritor: de aprendizaje, de afirmación y de culminación.
1. Etapa de aprendizaje (1924 -
1929)
Faulkner comienza escribiendo
poesía, pero en 1926 se define por la narrativa, principalmente novelas.
Gracias a la influencia de Sherwood Anderson, incorpora la técnica innovadora
del “monólogo interior”, que había sido iniciada por Joyce en 1922. Dicha técnica
consiste en transcribir el libre flujo de pensamientos y emociones de los
personajes, dejando de lado la actitud omnisciente del narrador.
Las primeras novelas que aparecen en
esta etapa, son “la paga del soldado” que se basa en sus experiencias en la
primera Guerra Mundial, y “Mosquitos” en que realiza una crítica a la vida
intelectual de Nueva Orleans.
2.
Etapa de
afirmación (1929 - 1940)
El año 1929 implica un cambio
sustancial en la obra de Faulkner, con la invención de un territorio imaginario
al que llama Yoknapatawpha, nombre indio que significa “tierra dividida”. Allí
se ambienta su novela “Sartoris” y la mayoría de sus obras futuras. Si bien esa
región no existe, tanto su geografía, como su problemática, son típicas de la
región en la que vivió siempre Faulkner, el Sur de los EE.UU. la decadencia de
un sector aristócrata, con sus horrores y perversiones, se contrapone a la
existencia de los negros, íntimamente unidos a la naturaleza.
El propio autor dirá: “descubrí que
mi propio suelo natal era digno de que se escribiera acerca de él (…), inventé
un mundo de mi propiedad donde puedo mover a los personajes de aquí para allá
(…) no sólo en el espacio sino también en el tiempo (…) a mí me gusta pensar
que el mundo que inventé es una especie de piedra angular del universo”.
En 1930 aparecen dos novelas de
Faulkner. Una es El sonido y la furia, en que el autor presenta
monólogos interiores de los personajes, dejando de lado la narración lineal,
ordenada cronológicamente, por una visión fragmentada. La otra novela es Mientras
agonizo, contada desde distintos puntos de vista. En 1931 aparece el
volumen titulado Estos trece, entre los que se destacan
“Setiembre seco” y “Una rosa para Emily”, ambos ubicados en el territorio
mítico de Yoknapatawpha.
Las últimas novelas de esta etapa
son: Luz de agosto , Absalom, Absalom, Los
invictos y Las palmares salvajes. En ellas se combinan
varias innovaciones narrativas como la reaparición de personajes de otras
obras, historias paralelas, la mirada desde distintos “puntos de vista” y los
saltos temporales, tanto el “flash back” como la preposteración.
3.
Etapa de
culminación (1940 - 1962)
El momento culminante en la
producción literaria se produce a partir de la publicación de su novela El
villorio seguida por Desciende, Moisés en ellas el
autor logra reunir los temas que más le habían interesado en su carrera
literaria, la historia del Sur, las relaciones entre negros y blancos la
atracción por la vida natural, la cacería mostrada como un símbolo, la riqueza
de la tierra como un don que permanece. Además, es el momento en que el autor
utiliza la técnica literaria que más lo caracteriza, llamada “técnica
presentativo - ocultativa”, en que intriga al lector ocultando datos y
presentándolos en momentos inesperados.
En el momento en que recibe el
Premio Nobel, en 1950, su reconocimiento crece. El discurso que pronuncia al
recibir ese premio se centra en la tarea del escritor en medio de una sociedad
que con frecuencia pierde la fe en el futuro. El escritor dijo, entre otras
cosas: “Yo no creo en el fin del hombre (…), cuando la última campanada del
juicio se haya apagado (…), en el último crepúsculo rojizo y agonizante, aún
entonces habrá un sonido más (…) la inextinguible voz humana. Creo que el
hombre es inmortal, no porque sea de todas las criaturas la única que posee una
voz inextinguible, sino porque tiene un alma, un espíritu, capaz de compasión y
de sacrificio y de sufrimiento. El deber del poeta, del escritor, es escribir
sobre estas cosas”.
Cuando muere en 1962, deja una obra
profundamente innovadora. Algunas de sus ´ltimas novelas son Intruso en el
polvo, Requiem para una mujer, En la ciudad, Una reminiscencia. En ellas se
acerca por momentos a la novela policial, al teatro, al humor y casi llega a
personificar al legendario territorio de Yoknapatawpha.
Faulkner ha influido en lo mejor de la narrativa
actual, como en los escritores latinoamericanos: Onetti, <García Márquez,
Rulfo. Ellos también ubicarán sus narraciones en territorios imaginarios,
recurso que han recibido como una herencia de Faulkner, a quien consideran como
un maestro
GLOSARIO
Ø Alienar
- 1.
Hacer perder o alterar la razón o los sentidos.
- 2.
Causar o provocar la pérdida de la personalidad o de
la identidad de una persona o de un colectivo.
"las civilizaciones europeas alienaron la cultura
de las tribus indígenas"
Ø
Coloquial
Que es
propio de la conversación corriente. "lenguaje coloquial; registro
coloquial"
|
Ø Equisciente
Existe
un narrador en tercera persona que puede parecer en un principio omnisciente,
pero a poco que nos fijemos podremos ver que, en realidad, se trata de un
disfraz. El narrador en este caso está encubriendo a una primera persona, ya
que su punto de vista es el de un solo personaje de la historia: se trata del
narrador equisciente.
Este
narrador equisciente sólo conocerá los pensamientos y motivaciones del
personaje al que sigue, mientras que de los otros personajes sólo sabe lo que
se puede ver o percibir. Sin embargo, a diferencia de un narrador en primera
persona, el narrador equisciente también puede aportarnos cierta información
que el personaje desconoce o describirlo desde un punto de vista externo a sí
mismo.
La
percepción del narrador equisciente es limitada, pero puede tratarse de una percepción limitada simple
(un solo personaje al que el narrador sigue durante toda la historia) o percepción limitada global
(el personaje al que el narrador sigue puede cambiar según la escena o el
capítulo).
Ø Infrasciente
Deficiente
o infrasciente: el narrador sabe menos que los personajes. El héroe actúa
ante nosotros sin que en ningún momento se nos permita conocer sus pensamientos
ni sus sentimientos. Se entera de los sucesos a medida que estos ocurren.
Ø
Neologismo
Palabra o
expresión de nueva creación en una lengua.
"los
neologismos pueden surgir por composición o derivación, como préstamo de otras
lenguas o por pura invención; el lenguaje científico y técnico utiliza gran
cantidad de neologismos"
Ø omnisciente
Que conoce todas las cosas reales y
posibles.
"el
narrador omnisciente de una novela conoce todos los detalles de la historia y
de los personajes y justifica el porqué de sus acciones y su manera de pensar o
sentir; (fig) en la película, la cámara une la perspectiva cercana y desde
abajo al plano general, alto y omnisciente
Ø Preposterar.
"
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